LA ESCALERA EVOLUTIVA....LA REFLEXIÓN.

No sería yo si al leer una nueva tarea y ante el nuevo reto que representa, no hiciera mi personal reflexión, un chascarrillo, un aterrizaje en el planeta rojo o una visita imaginaria al doctor "quetodolosabe".

Enseguida imagino a un  Moisés contrariado (por aquello del decálogo) que, en un arranque de desesperación, rompe unas pesadas tablas contra la nada.

DIEZ... los diez escalones a superar que tantas veces se subieron y/o se descendieron, que se desterraron o se destruyeron por un desacuerdo, por la falta de consenso entre las partes, por poner una zancadilla en esa subida o bajada de ESCALERAS.

Imagen extraída de la Red Internet

Una cuestión de PIEL, decía un compañero... y lo es:

dejarse la piel en ello,

 arrancarse la piel en la deseperación, 

observar la reacción de la piel , 

erizar la piel de pura emoción, 

acariciar la piel en la relajación... 

Pero hay algo más... ¿qué hay debajo de esa piel? ¿qué se trasluce más allá de dermis, epidermis, células y sangre?

Para variar es una cuestión de ESCALERAS.

Ascendentes, descendentes...escalones que van y vienen. Nadie está siempre arriba, nadie está siempre en la espera, pues el movimiento se genera con el cambio, y solo existe una forma en la que los seres humanos ejercemos esa mutación...LA EVOLUCIÓN.

Logros, afiliación, ¡¡Poder!!!

Y cuando el poder pierde su sentido ético, la triste involución de un especie en constante búsqueda.

Hay escaleras al cielo, a los infiernos, al vacío, al todo, al conocimiento, a la fe, a la concordia.

Hay escaleras que buscan otras escaleras, un cruce de caminos, un rellano común... que así sea para ésta, nuestra Administración, en su crecimiento por el ESPACIO y el TIEMPO.

Imagen extraída de la Red Internet

"...lo que está en mi ADN y me impulsa a comportarme de una forma determinada 

y los valores que están en mi consciente y puedo cambiarlos más asiduamente".

No, no lo dije yo. Así lo expresaron aquellos/as que de nuevo lo hicieron posible.

Así es...